San Francisco de Macorís, República Dominicana — Un llamado de alerta por un intenso hedor que emanaba del interior de un automóvil estacionado en un centro comercial de esta ciudad movilizó este jueves al Departamento de Investigaciones Criminales (DICRIM) de la Policía Nacional, en un caso que culminó con una explicación inesperada.
Según reportes, vecinos del área notificaron a las autoridades sobre el desagradable olor que salía de la cajuela de un vehículo Toyota Corolla modelo 2002, color azul, aparcado en el lugar.
Al llegar los agentes, se presentó el dueño del automóvil, quien accedió a abrir el compartimento ante la presencia policial.
En lugar de hallarse elementos sospechosos, el hombre mostró a los oficiales que el origen del mal olor era alimento para perros que había permanecido en el auto desde el día anterior, según explicó.
“El calor aceleró la descomposición de la comida, generando el hedor que alarmó a los testigos”, detalló un vocero del DICRIM, quien confirmó que no se encontraron indicios de ilícitos.
Aunque el incidente se resolvió sin consecuencias graves, las autoridades destacaron la importancia de que la ciudadanía reporte situaciones inusuales.
“Agradecemos la colaboración comunitaria, pues en otros contextos estas alertas pueden ser cruciales”, señaló el portavoz.
El propietario del vehículo cooperó en todo momento con las investigaciones y retiró los restos de alimento del automóvil. El caso fue archivado tras verificarse la legalidad de los hechos.
