Un trágico suceso en el cruce de la autopista San Isidro con la avenida Pompeya condujo a la muerte del joven Adrián Soniel Rosario, quien cursaba el último año de la carrera de Administración de Empresas en la Universidad Tecnológica de Santiago (UTESA).
Rosario, que tenía la intención de graduarse en 2025, falleció al ser impactado brutalmente el coche en el que iba por otro auto, manejado por Haziel Enrique Acosta Gómez, de 26 años, quien supuestamente conducía ebrio, a gran velocidad y ignorando una luz roja.
La noticia ha causado mucha tristeza entre familiares, amigos y compañeros de universidad, quienes destacan que Adrián era un joven responsable, con metas claras y un futuro prometedor.
Testigos del suceso han señalado que la llegada de los servicios de emergencia fue tardía, lo que podría haber influido en el trágico resultado.
A pesar de que aún no se ha emitido una declaración oficial sobre el tema, las quejas han generado ira en la comunidad.
Este lamentable suceso ha reencendido la discusión sobre la seguridad vial, especialmente en lo que respecta a la conducción imprudente y el consumo de alcohol.
La muerte de Adrián Soniel Rosario no solo genera sufrimiento en sus seres queridos, sino que representa una pérdida irreversible para la comunidad y un urgente llamado a pensar en las consecuencias de desatender las reglas de tránsito.
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