Siempre que buscaban a su hijo de 17 años, Joangel García, por algún delito, Rosy García siempre estaba dispuesta a cooperar con la Policía Nacional. Lo acompañaba a la comisaría, confiando en que el sistema funcionaría y lo entregaría a la policía, con la esperanza de que, incluso si lo detenían, seguiría con vida.
«Les dije que, aunque estuviera en la cárcel, quería que viviera. Nunca me negué a entregarlo; siempre cooperé», dijo la madre.
Comentó que le rogó a la policía más de una vez que lo mantuvieran bajo custodia si había pruebas. Sin embargo, siempre lo liberaban por falta de pruebas.
«Si os roba, no le dejéis marchar», les decía sin rodeos, aunque una y otra vez volvía a casa con los jóvenes brutalmente golpeados.
Ejecución policial
Para Rosy, su disposición constante a cooperar se convirtió en su mayor dolor el pasado sábado 28 de junio, cuando los agentes regresaron a su casa y no dudo en acompañarlos para ubicar a su hijo, confiando en que solo lo detendrían. Pero lo que ocurrió fue muy distinto, según ella.
En lugar de llevarlo al joven al destacamento una vez localizado, su madre denunció que fue acribillado a tiros mientras dormía en una humilde casucha conocida como «La Casita«, en el sector Piragua Arriba.
«¿Cómo es posible que una persona con una orden de arresto anda así normal? Ellos nunca me notificaron de eso.
Él estaba acostado boca abajo cuando le dispararon catorce veces, y luego dijeron que fue un intercambio de disparos, pero él no tenía armas, estaba durmiendo.
¿Cómo es posible que una persona con una pistola permita que le den catorce tiros y no dispare uno? Eso es mentira», lamentó con impotencia.
Al ser abordada sobre los antecedentes del joven, la progenitora negó que su vástago perteneciera a alguna banda y rechazó que tuviera las órdenes de arresto 973-2025-EMES-06186 y 973-2025-EMES-05873, que la Policía indica que tenía en su contra.
Indignación
El caso ha provocado la indignación de defensores de derechos humanos y de la comunidad.
El miembro del Comité Dominicano de los Derechos Humanos filial San Luis, Diógenes Ozuna, acusó a sectores dentro de La Dirección Central de Investigación (Dicrim) de estar detrás de estas acciones violentas.
«Esto no lo vamos a permitir, exigimos una investigación profunda«, declaró Ozuna.
Familiares del fallecido, insisten en que no se trató de un enfrentamiento, sino de una ejecución extrajudicial: «Lo mataron como a un perro, fue un crimen, no un tiroteo», afirmaron.
Versión policial
Por su parte, la Policía Nacional presentó una versión distinta a los hechos narrados por los parientes.
Mediante un comunicado, el cuerpo del orden informó que el caso se trató de un operativo que culminó en un intercambio de disparos, durante el cual el joven resultó herido y falleció mientras recibía atenciones médicas en el Hospital Municipal de El Almirante.
Según detallan, Joangel habría disparado contra los agentes al notar su presencia, utilizando una pistola marca Taurus PT92, calibre 9 mm, serie TBX17532, lo que obligó a los oficiales a repeler la agresión.
El menor alias «El Mayor», era activamente buscado mediante las órdenes de arresto No. 973-2025-EMES-06186 y 973-2025-EMES-05873, por violación al artículo 379 del Código Penal, en perjuicio de dos ciudadanos, cuyas identidades fueron reservadas.