Villa Altagracia.– El sonido de las sirenas, el llanto de familiares y la mirada perdida de algunos testigos marcaron la escena este sábado en la carretera de Villa Altagracia, donde un accidente movilizó a numerosas instituciones y dejó una estela de dolor, incertidumbre y heridos, entre ellos varios niños.
En total, dieciséis ambulancias de la Dirección de Servicios de Atención a Emergencias Extrahospitalarias (DAEH) respondieron al llamado urgente, trasladando a los afectados —muchos en estado delicado— a centros de salud especializados.

Entre los lesionados, se encuentran varios jovencitos, quienes reciben atención médica en hospitales pediátricos, rodeados de madres que aún no pueden procesar el susto ni contener las lágrimas.
A la operación de emergencia se unieron dos unidades del Cuerpo de Bomberos de Villa Altagracia, dos patrullas de la Policía Nacional, y equipos de la DIGESETT y del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC), todos trabajando con rapidez en medio del caos, tratando de devolver algo de orden a la vía y de consuelo a los afectados.

Mientras tanto, los agentes de tránsito permanecen en la zona regulando la circulación, con el propósito de evitar más desgracias en una carretera que, por momentos, se convirtió en un campo de angustia.
Las causas exactas del accidente aún no han sido confirmadas.
Las autoridades continúan investigando, pero ya es claro que el impacto emocional de lo ocurrido ha calado hondo en Villa Altagracia.

Una comunidad que hoy acompaña en silencio a las familias heridas —física y emocionalmente—, esperando noticias esperanzadoras en medio de la tragedia.

