Maimón, Monseñor Nouel.– La comunidad de Maimón se encuentra de luto tras confirmarse la trágica partida de Dalvin Báez, un joven que perdió la vida luego de ser atropellado en una transitada vía de la zona de Zambrana.
El hecho, que ocurrió en plena vía pública, ha sacudido emocionalmente a los residentes locales, quienes al enterarse de lo sucedido no tardaron en expresarse con tristeza, rabia y solidaridad.
Dalvin, según los primeros reportes, habría sido embestido mientras intentaba cruzar una calle. Quedó tendido en el lugar del impacto, sin que se pudiera hacer nada para salvar su vida.
Apenas se conoció la noticia, vecinos, amigos y medios comunitarios comenzaron a compartir mensajes de duelo.
“Noticias Maimón nos unimos al dolor de los familiares”, fue una de las tantas muestras de acompañamiento que inundaron las redes locales.
Cada palabra escrita reflejaba el vacío que deja un joven cuya vida fue interrumpida de forma tan repentina.
En las calles de Maimón se respira dolor. Las conversaciones giran en torno a Dalvin: su carácter, sus sueños, su presencia en la comunidad.
Su ausencia se siente, y quienes lo conocieron insisten en recordarlo como un joven querido y lleno de vida.
Este suceso ha generado también una reflexión colectiva sobre la necesidad urgente de reforzar la seguridad vial en la zona.
Vecinos y líderes comunitarios han señalado que se requieren mejor iluminación, señalización y vigilancia, para evitar que tragedias como esta sigan cobrando vidas jóvenes.
En medio de la tristeza, familiares y amigos organizan actos simbólicos para rendirle homenaje.
Velas encendidas, oraciones compartidas y abrazos silenciosos se convierten en un refugio emocional ante una pérdida que ha tocado el corazón de toda una comunidad.
Dalvin Báez no solo será recordado por cómo murió, sino por cómo vivió: con la alegría y la presencia de quien, sin quererlo, deja una huella imborrable.