Guatapanal, Valverde.– Una madre dominicana, Mary Castillo, ha lanzado un desesperado llamado a las autoridades y a la ciudadanía tras la presunta sustracción de su hija de 12 años por parte de un hombre identificado como Anthony, de aproximadamente 26 años, residente en la comunidad de Boruco.
Desde el pasado jueves, Mary no ha podido establecer una comunicación libre con su hija, y asegura que las pocas veces que ha logrado hablar con ella, el adulto permanece presente durante la llamada, impidiendo cualquier conversación honesta. “Mi hija solo tiene 12 años.
Es una niña. No puede estar en manos de un adulto así”, expresó con profunda angustia a través de medios locales.
La madre, que actualmente reside fuera del país, responsabiliza directamente a Anthony y también a su padre y madrastra, quienes, según denuncia, estarían encubriendo la situación.
Además, Mary sostiene tener evidencias digitales como notas de voz y capturas de pantalla, en las que su hija habría confesado estar posiblemente embarazada tras haber ingerido una pastilla entregada por el presunto agresor.
El caso ha generado gran preocupación en la comunidad y en redes sociales, donde cientos de personas han comenzado a compartir las imágenes de la menor y del acusado, para ampliar el alcance de la denuncia.
Mary, con el corazón en la mano, ha ofrecido una recompensa a quien pueda aportar información confiable que ayude a dar con el paradero de su hija.
Según declaraciones de la madre, la menor estaba al cuidado de una tía en la zona, y el adulto habría intentado inicialmente ganarse la confianza de esa familiar antes de acercarse a la niña, lo que sugiere una conducta premeditada.
Hasta el momento, las autoridades no han ofrecido una declaración oficial sobre el caso, pero la comunidad ha comenzado a exigir una investigación urgente.
Activistas y ciudadanos han pedido la inmediata intervención del Ministerio Público y la Policía Nacional, ya que podrían estar involucrados delitos de sustracción de menores, abuso y manipulación emocional de una niña indefensa.
El llamado es claro: la vida y la integridad de una menor de edad están en riesgo, y cada minuto cuenta. La sociedad espera una respuesta firme y rápida para evitar que esta historia termine en tragedia.