SAN JUAN, R.D. – La familia de Ramona Amador, una mujer oriunda del municipio Comendador, en Elías Piña, ha denunciado presuntas irregularidades en la atención médica recibida por su pariente en el Hospital Público de San Juan, donde permaneció ingresada durante 18 días tras una cirugía que, según sus allegados, derivó en una infección letal.
Amador fue intervenida quirúrgicamente el pasado 2 de junio. Desde entonces, su salud se deterioró progresivamente, hasta que finalmente falleció el 20 de junio.
De acuerdo con su hija, Yulissa Jáquez, la infección que complicó su cuadro clínico se originó en el quirófano del centro médico. Asegura que no se trató de un caso aislado.
“Muchas mujeres salen con infecciones después de ser operadas allí. Es evidente que hay una contaminación en el quirófano”, denunció Jáquez, con visible indignación.
La joven también explicó que la familia solicitó en varias ocasiones el traslado de su madre a un centro especializado en Santo Domingo, debido a la gravedad del caso, pero el hospital se negó a emitir el referimiento necesario.
“Mi madre necesitaba una atención especializada que allí no se le podía brindar, y aún así nos negaron el traslado”, lamentó.
Además, señaló que las condiciones del hospital son precarias, con deficiencias estructurales y carencias de insumos médicos básicos.

Según su testimonio, en una ocasión, el centro fue fumigado con los pacientes aún dentro, sin medidas de protección adecuadas, lo que, según dijo, demuestra el grado de desorganización.
La muerte de Ramona Amador ha causado un profundo dolor entre sus familiares, quienes insisten en que su pérdida pudo haberse evitado si se hubiesen adoptado las medidas necesarias a tiempo.
Por ello, han solicitado la intervención del Ministerio de Salud Pública, exigiendo una investigación que esclarezca lo ocurrido y permita establecer responsabilidades.
También demandan acciones correctivas inmediatas que garanticen un servicio médico digno y seguro en el Hospital Público de San Juan.
La denuncia pone en evidencia los desafíos persistentes en algunos centros de salud del país, donde la falta de condiciones adecuadas puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte.