Duvergé, provincia Independencia – A veces, la noticia más difícil de contar no es la más grande, ni la que llena portadas, sino aquella que quiebra el corazón de una comunidad. Este fin de semana, Duvergé amaneció con el alma rota tras conocerse la trágica muerte de Darling Enrique, un joven que fue encontrado sin vida en el paraje conocido como “La Tina”.
La noticia corrió como un susurro entre vecinos, que poco a poco fue creciendo en murmullos de tristeza, incredulidad y dolor.
Darling no era un desconocido. Era ese joven de rostro sereno, ese muchacho de barrio al que muchos saludaban sin pensarlo, el que caminaba por las calles con calma, sin hacer ruido, pero dejando huellas.
Aún no se saben las circunstancias exactas de su fallecimiento.
Su cuerpo fue trasladado al Instituto Nacional de Patología Forense para los análisis correspondientes, y las autoridades ya han iniciado las investigaciones para esclarecer lo ocurrido.
Sin embargo, más allá de los reportes oficiales, lo que queda hoy en Duvergé es un sentimiento de vacío.
“Darling era tranquilo, muy callado, pero noble. Lo veíamos pasar todos los días, jamás pensamos que su vida terminaría así”, comentó con voz entrecortada una residente del sector.
La zona donde fue hallado, conocida como La Tina, es un lugar rural y silencioso, donde el sonido del viento y los pájaros contrasta hoy con el peso de la ausencia.
La comunidad aún espera respuestas, pero por ahora lo único que predomina es el luto.
No hay detenidos, no hay testigos confirmados, no hay hipótesis firmes. Solo hay preguntas, lágrimas contenidas y abrazos entre vecinos que comparten el mismo dolor.
Desde este espacio, nos unimos a la familia de Darling Enrique, a sus amigos y a toda la gente de Duvergé que hoy lo llora con dignidad y amor.
Que su memoria encuentre paz, y que la verdad salga pronto a la luz, porque cada vida merece justicia, y cada despedida, respeto.
