Rancho Arriba, San José de Ocoa. – La comunidad de Rancho Arriba se encuentra sumida en una profunda tristeza y conmoción tras el fallecimiento de Kelvin Soto Báez, un joven muy apreciado por su nobleza, amistad sincera y espíritu familiar.
Kelvin, hijo de Fátima Báez, era conocido por su carácter afable y su disposición constante para ayudar a los demás. Quienes lo conocieron lo describen como un ser humano excepcional, de esos que dejan huellas imborrables en la vida de quienes los rodean.
Amigos y allegados han expresado su consternación y pesar en redes sociales, recordando los buenos momentos compartidos y resaltando su calidad humana. “Ha partido un gran amigo, una persona inigualable. Su ausencia deja un vacío enorme entre nosotros”, expresó un cercano a la familia.
La partida de Kelvin ha tocado profundamente a todos los que formaron parte de su vida, en especial a su madre, Fátima Báez, quien recibe el apoyo y el cariño de la comunidad en estos momentos de dolor.
“Dios te dé la tranquilidad que necesitas, Kelvin, y que descanses en un lugar lleno de luz y paz”, fueron las palabras que más se repitieron entre quienes hoy lo despiden con el corazón lleno de gratitud por haberlo conocido.
Los actos fúnebres se realizarán en su comunidad natal, donde familiares, amigos y vecinos se reunirán para rendir homenaje a un joven cuya bondad y alegría permanecerán en la memoria colectiva de Rancho Arriba.
