Redacción Internacional | 20 de junio de 2025
PYONGYANG. – El líder norcoreano Kim Jong-un ha manifestado este jueves su respaldo total a Irán, en medio de la creciente tensión geopolítica en Medio Oriente. En una declaración oficial, advirtió que si Estados Unidos lanza una ofensiva terrestre contra la nación persa, Corea del Norte desplegará una división militar para unirse al combate.
“Condenamos enérgicamente los ataques israelíes contra Irán y advertimos a las potencias estadounidenses y europeas que no enciendan la mecha de una guerra”, señaló Kim a través de un comunicado difundido por la agencia estatal KCNA.
La amenaza se produce tras el anuncio del ayatolá Alí Khamenei, líder supremo de Irán, quien declaró el cierre del estratégico estrecho de Ormuz y ordenó ataques contra bases estadounidenses en la región. Este paso ha intensificado las tensiones con Estados Unidos, que mantiene presencia militar en países como Irak, Bahréin, Qatar y los Emiratos Árabes Unidos.
Tropas listas para el combate
De acuerdo con medios estatales norcoreanos, una división de élite del Ejército Popular de Corea fue puesta en “estado máximo de preparación” para responder ante cualquier intervención terrestre de EE. UU. en territorio iraní.
La declaración norcoreana ha generado preocupación a nivel internacional, en especial en las potencias aliadas de Occidente, debido al riesgo de una escalada militar de gran escala.
Reacciones internacionales
Hasta el momento, la Casa Blanca no ha emitido una respuesta oficial a las declaraciones de Kim. Sin embargo, fuentes del Pentágono han confirmado que se evalúan todos los escenarios ante una posible intervención múltiple.
Por su parte, Rusia y China han hecho un llamado urgente al diálogo, instando a todas las partes a evitar una guerra de mayores proporciones. En Europa, varias cancillerías han convocado reuniones extraordinarias de seguridad para analizar el desarrollo del conflicto.
Un conflicto con repercusión global
Expertos advierten que una escalada directa entre Estados Unidos, Irán y Corea del Norte podría tener efectos devastadores, no solo en Medio Oriente, sino en todo el orden económico y político global.
El cierre del estrecho de Ormuz, por donde transita cerca del 30 % del petróleo mundial, también ha empezado a generar nerviosismo en los mercados internacionales, con alzas en los precios del crudo y del gas natural.
El mundo observa con atención y creciente inquietud.
