Santiago. El Segundo Tribunal Colegiado del Distrito Judicial de Santiago absolvió a Simón Bolívar de los Santos Abreu Núñez, quien había sido acusado por la muerte de su pareja, Themis Carolina Cruz Hernández, una joven de 25 años que laboraba como agente de la Policía Municipal.
La joven falleció en enero de 2022, días después de haber sido ingresada en estado de coma. Desde un inicio, su caso generó conmoción y amplia cobertura mediática.
La versión inicial apuntaba a una sobredosis, pero con el tiempo el Ministerio Público alegó que el esposo habría inducido el consumo de sustancias, lo cual llevó a su arresto y proceso judicial.

Sin embargo, este martes el tribunal determinó que ni la Fiscalía ni la parte querellante —representada por el abogado Félix Portes— presentaron pruebas suficientes para sostener la acusación.
En su sentencia, el tribunal señaló que la acusación “no logró superar el estándar probatorio exigido en un juicio penal”, y además rechazó la querella por considerar que se vulneraron principios esenciales como el debido proceso y la presunción de inocencia.
Los abogados defensores, Russel Orlando Aracena Peña y Orlando Aracena Vásquez, afirmaron que el expediente estaba “mal construido desde el inicio” y que algunas pruebas fueron “contradictorias o presuntamente manipuladas”.
Incluso denunciaron que la acusación pudo haber tenido como objetivo quitarle bienes al acusado.
En cambio, el abogado Félix Portes expresó la decepción de la familia de la víctima. “No se hizo justicia.
ay elementos que no se valoraron adecuadamente”, dijo, refiriéndose a documentos médicos y periciales que, según afirma, fueron ignorados por el tribunal.
Aunque fue absuelto del cargo principal, De los Santos Abreu Núñez fue condenado a dos años de prisión por posesión ilegal de 30 proyectiles.
Sin embargo, al haber pasado más de tres años en prisión preventiva, esa condena fue considerada cumplida.
El caso de Themis Carolina Cruz Hernández deja una estela de dolor e interrogantes, sobre todo por la falta de resultados forenses concluyentes y el debate público que generó.
Su muerte sigue siendo un recordatorio de la necesidad de procesos judiciales justos, transparentes y basados en evidencia sólida.
